miércoles, 15 de diciembre de 2010

El secreto de fluir: La próxima acción



Cuando fluimos, la acción y la conciencia se funden en una perfecta onda de energía.

En estos momentos la distinción entre el yo y la actividad desaparece.
Un ciclista de elite lo define así:
“No parece que vayas sentado en una bicicleta. Sientes como si fueras un solo mecanismo en funcionamiento”.

Uno de los elementos básicos para llegar a “fluir” es que la tarea que se está realizando absorba de tal manera que nos abstraiga totalmente. No hay distinción entre pensamiento y acción, ni entre el sujeto y su entorno. El tiempo se distorsiona, pareciendo que pasa muy deprisa en ocasiones y que se estira y cunde mucho más, en otras.

En este estado es cuando llegamos a ser más productivos; no existen espacios en blanco ni divagaciones. Nos concentramos en el presente y en la próxima acción inmediata.

Al igual que el escalador la atención se centra solo en el presente. Cuando comienza una escalada su mente se desconecta de sus problemas cotidianos; lo último que puede recordar son los últimos 30 segundos y en lo único que puede pensar es  en dónde colocará la próxima nueva fijación para seguir ascendiendo.

El secreto está ahí: Tener bien definida cual es la próxima acción y centrarse en ella.

Con frecuencia para llevar a cabo un proyecto, recopilamos y procesamos la información que necesitamos, pero en el momento de organizar los timings de actuación, tendemos a no planificar adecuadamente.

Sabemos cual es la meta final, pero no definimos bien los pasos para llegar a ella.

Consecuencia: avances y retrocesos, rodeos y estancamientos. La acción no es fluida, lo que provoca pérdida de concentración y productividad.

Para que esto no ocurra necesitamos planificar con más rigor, realizar una hoja de ruta lo más bien definida posible. Establecer qué pasos son necesarios, el orden y las prioridades, qué tareas son innecesarias o delegables y qué atajos nos pueden ser útiles para avanzar más rápidamente.


Metas inmediatas claras.

Para que una persona esté totalmente implicada en cualquier actividad es esencial que sepa qué tareas ha de realizar en cada momento. Lo que abstrae a un escalador no es la meta de alcanzar la cima, sino la tarea inmediata de hacer el siguiente movimiento sin caerse. La meta que hace que un jugador de ajedrez esté concentrado no es ganar la partida, sino conseguir la posición más estratégica con el siguiente movimiento. Por supuesto, las metas últimas de estas actividades- alcanzar la cima, ganar un juego, conseguir un objetivo, son importantes y es hacia donde se dirigen los pasos, pero el verdadero “disfrute” (flujo) no procede tanto de conseguir estas metas como de los pasos que se dan hasta alcanzarlas.

Dividir los proyectos y tareas minuciosamente para establecer cada paso.

Tener claro cual es la próxima acción a realizar es la clave para seguir centrados en el objetivo.

Las personas se concentran y se sienten más involucradas en aquellas tareas en las que reciben un feed-back inmediato de si lo están haciendo bien o no; mientras que si desconocen las consecuencias de sus acciones, se desinteresan y despistan.

La preocupación excesiva por la meta final suele interferir en nuestra actuación. Visualizar la meta está bien, pero hay que definir las acciones del proceso. Cada acción realizada nos facilitará retroalimentación actualizada de saber como lo estamos haciendo y nos permitirá reconducir, si cabe, la situación más rápidamente.

Que tengáis un buen día.
Montse


Fuente: Fluir en los negocios de Mihaly Csikszentmihalyi
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lunes, 29 de noviembre de 2010

El Efecto Mariposa


"El efecto multiplicador de una pequeña causa"

El meteorólogo Edward Norton Lorenz, estudiaba el comportamiento de la atmósfera, tratando de hallar una fórmula que, partiendo de variables sencillas, permitiera realizar predicciones climáticas fidedignas. Tras varios intentos, consiguió enunciar una teoría que se basaba en tres variables -el tiempo, la velocidad y la temperatura del aire- y que permitía predicciones bastante fieles. Pero su sorpresa fue mayúscula cuando observó que mínimas diferencias en los datos iniciales originaban enormes cambios en las predicciones finales. Es decir, que la más mínima variación en las condiciones de partida ejercía gran variación sobre el resultado final. Para explicar este hallazgo, Lorenz utilizó un ejemplo: un meteorólogo, mediante cálculos muy precisos y partiendo de unas condiciones exactas, haría una predicción climática aparentemente perfecta. Pero podría equivocarse totalmente por el simple hecho de no haber tenido en cuenta el efecto del aleteo de una mariposa. Ese inofensivo aleteo inicial podría haber introducido perturbaciones que variaran totalmente la predicción.

James Gleick periodista científico en su best-seller "Caos: La creación de una ciencia", narra el desarrollo de esta Teoría y acerca el concepto del "efecto mariposa" al público en general.

Gleick dijo:
 “Si el aleteo de una mariposa perturba hoy el aire de Pekín, puede dentro de un mes provocar una tempestad en Nueva York”.

El ‘efecto mariposa’, podría definirse como que, la más mínima variación en un hecho inicial, a la larga, puede alterar por completo el desarrollo lógico de los acontecimientos.

Basándonos en esta teoría y aplicándola a nuestra vida cotidiana, podemos afirmar que pequeñas “acciones” u “omisiones” pueden originar grandes cambios (positivos o negativos) en nuestra vida.

Los pequeños cambios imperceptibles, si no son voluntarios, es decir que no nos damos cuenta de ellos, pueden hacernos desviar de nuestros objetivos y llegar a ocurrirnos como a la rana hervida.

Por otra parte los cambios radicales, de un día para otro, como querer adoptar una nueva personalidad, cambiar un hábito muy arraigado o dejar una adicción, generalmente están abocados al fracaso, ya que tras unos días, si el objetivo es difícil, la motivación baja y la tendencia es volver a la situación de origen.

Sin embargo, si introducimos inicialmente pequeñas modificaciones, practicamos y nos retroalimentamos de esta práctica, todo ello nos conducirá a consolidar el cambio y a seguir adelante con el proceso, llegando a obtener los resultados deseados.

Hay pequeños gestos que pueden dar resultados espectaculares en aras a mejorar facetas de nuestra vida: productividad, salud, finanzas, etc...

Ahí van unos ejemplos:
  • Si siempre llegas tarde. Implementa el hábito de "Levantarse media hora antes". Es asumible. Evitarás salir corriendo, sin afeitar, llegar sin aliento al trabajo. Podrás desayunar algo, quizás hasta ir a pie a la oficina, reducir tu ansiedad, hojear el periódico, llegar puntual. Los resultados serán espectaculares en: tu imagen, salud, información, valoración en tu empresa, todo por media hora de sueño. 
  • Si no consigues ahorrar nada. Establece "Un pequeño plan de ahorro". Por ejemplo: el cambio del café que tomas, deposítalo en una botella vacía de plástico de litro y medio. Te sorprenderás, que de este pequeño gesto mecánico, puedas pagarte unas vacaciones.  
  • Si no puedes evitar llenarte el plato, utiliza un "Plato de postre para comer". Tu salud e imagen se beneficiaran seguro. 
  • Implementar el uso de "Un sencillo método de productividad" u organización, la utilización de una agenda o de  un sistema de listas, multiplicará con creces tu eficacia y te liberará de estrés. 


No dudes en comentar en este blog otros “efectos mariposa” que se te ocurran.


Que tengáis un buen día.
Montse.


Fuentes: - ¿Que-es-el-efecto-mariposa? de Luís Martínez González
                -  Wikipedia ( ver enlaces en texto)


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jueves, 18 de noviembre de 2010

Etiquetando a personas y cosas




En un principio, quería exponer en este post solo los beneficios que aporta el hábito de etiquetar las cosas.

Con frecuencia no lo hacemos. Confiamos en nuestra memoria y recopilamos nuestros enseres, notas y objetos “ordenándolos” más bien metiéndolos, en cajas, carpetas, bolsas, sin distintivo que los identifique. Pensamos que siempre recordaremos que en aquella caja gris está la máquina de fotos y en aquella roja que subo a lo alto del armario, estará siempre esperándome mi camisa para el smoking. Si eres muy aficionado a la fotografía, seguro que abrirás esta caja gris muchas veces y será un gesto habitual hacerlo. Si vas a muchas fiestas de gala, subirás muchas veces al altillo de tu armario a coger la caja roja, quizás deberías ponerla en un sitio más a mano.

Pero si no haces fotos más que en vacaciones y hace un siglo que no asistes a una fiesta, difícilmente sabrás donde has metido tu cámara o tu camisa. Espero que seas precavido y empieces a buscar lo que precisas con tiempo, pues quizás tengas que abrir muchas cajas antes no des con lo que buscas. Yo he implementado este hábito desde hace un tiempo y complementado con el de "archivar en transparente", os aseguro que mi productividad y organización han mejorado mucho.

Mi sistema es el siguiente:

Estoy provista de etiquetas adhesivas de todos los tamaños y colores y cosa que guardo, cosa que etiqueto. Si guardo varias cosas en una caja, están detalladas en el exterior, si añado alguna la incluyo en la lista, si tiro algo lo tacho. Mismo sistema para dossiers y carpetas.

Mis mantas y rellenos están guardados en bolsas transparentes y la etiqueta indica a que medida de cama pertenecen.

Fotos, revistas, zapatos, jerséis, recuerdos, cintas, apuntes………….

Ya no tengo un aborigen de cables detrás del escritorio, pacientemente deshice los enredos y les he colgado a cada uno una etiqueta cerca del cabezal de enchufar.; ahora si tengo que desenchufar la impresora no me cargo antes el ADSL.

He visto que hay etiquetas para todo, para ropa, para pegar y despegar, fluorescentes para verse en la oscuridad y la última, una monada de etiqueta, muy integrada y de diseño que se pega al móvil, para incluir un teléfono para avisar en caso de emergencia, o pérdida.

También las etiquetas virtuales son de gran utilidad. En la web 2.0 la utilización de tags, facilita enormemente los criterios de búsqueda y clasificación.

Si coges el hábito, hasta vas a disfrutar colgándole etiquetas a todo. ¿O es que acaso no disfrutamos colgándoles etiquetas a las personas?

Las etiquetas son una manera fácil (aunque tremendamente superficial y generalmente poco objetiva) de clasificarnos. Cuando preguntamos sobre alguien, lo primero que recibiremos como respuesta será su etiqueta, en especial si quien habla de ese alguien lo conoce poco. Nos guiamos por ellas y juzgamos según ellas.

A menudo nos las cuelgan porque “una vez” tuvimos un comportamiento anecdótico .Nos enfadamos mucho, bebimos demasiado, etc) o por comportamientos intrascendentes que generan curiosidad y se extrapolan y generalizan a una determinada forma de ser. (es el maniático porque siempre encuentra un pelo en la sopa).

En muchos casos un solo acto desafortunado o afortunado es el responsable de que nos la hayan colgado.

Etiquetas instantáneas. Las etiquetas son mucho más fruto de las primeras impresiones que del conocimiento real de una persona. A menudo, solo con un primer contacto visual, y antes de que digamos nada, ya nos han colgado una etiqueta.

Según Daniel Goleman en su libro Inteligencia Social: "las regiones cerebrales que se ocupan del mundo interpersonal operan a gran velocidad, lo cual lleva a esbozar juicios sobre las personas en décimas de segundo. En el primer encuentro con alguien, estas áreas neuronales esbozan un juicio inicial a favor o en contra en cuestión de 500 milisegundos .A partir de ahí nuestra acción será diferente si la persona con la que estamos nos gusta o nos desagrada y si nuestros sentimientos cambian a lo largo de la interacción, el cerebro social se encarga de ajustar silenciosamente nuestras decisiones y en consecuencia, también nuestras acciones."

De ahí que se le dé tanta importancia a la primera impresión y la necesidad de no precipitarse en hacer juicios de valor sobre las personas. La ligereza en colocar etiquetas a la gente puede convertirse en perversa.


Para mejorar en productividad y en vuestras relaciones sociales cultivad el hábito de colgar etiquetas a todas las cosas y pensároslo dos veces antes de etiquetar a una persona.

Que tengáis un buen día.
Montse

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sábado, 30 de octubre de 2010

Conflictos. Problemáticos y Resolutivos ¿Cómo afrontan los conflictos?




Lo que termina en un conflicto, generalmente se puede haber iniciado por un simple mal entendido, una suposición gratuita o una conclusión precipitada. Los conflictos existen, son inherentes a la condición humana, a sus relaciones sociales, políticas y económicas. Evitarlos y rehuirlos a toda costa, no es la solución. No se trata de resignarse, someterse o de aceptar injusticias para evitar cualquier confrontación. Se trata de resolver los conflictos, a ser posible en su inicio, sin esperar a que alcance mayores proporciones.

Hay personas instaladas en el conflicto. Ven siempre problemas, están a la defensiva y quieren obtener beneficio de todo, a poder ser, sin dar nada a cambio. No admiten concesiones y son testarudos. Personas que solo van a la suya y se muestran agresivos ante cualquier contratiempo. Son los problemáticos. Lidiar con ellos resulta a veces complicado, principalmente porque vivir en conflicto es para los problemáticos, su forma de entender la vida.

Manejar a estas personas, cuando no es posible, rehuirlas, precisa de habilidades concretas. Los resolutivos son personas que gestionan bien los conflictos, saben llegar de forma no invasiva a acuerdos y conseguir que ambas partes se sientan más o menos satisfechas.

¿Cómo lo logran?

Os detallo a continuación algunas de las perspectivas y habilidades que utilizan:

    Clarificar el problema:
    • Concretar la causa y  el resultado que deseamos obtener. A veces el problema surge porque  no tenemos claro exactamente lo que queremos.
    • Agrupar o romper el problema en partes más pequeñas.
    • Buscar consenso
    • Usar el pensamiento lateral. Darle otras perspectivas al problema, obsérvalo desde otro prisma nos puede facilitar  la solución.
    Adoptar la perspectiva GANAR/GANAR:
    • La perspectiva GANAR/GANAR es un cambio poderoso de actitud y se basa en sustituir un ataque adversarial por la cooperación. Este cambio de perspectiva altera el curso completo de la comunicación. Generalmente en situaciones difíciles, cuando somos retados, experimentamos separación, desconexión, una sensación de “tú o yo”. La sensación que no hay sitio para ambos, que si una persona está en lo correcto, forzosamente la otra está equivocada. Usualmente mientras peleamos no tomamos ni un momento para considerar cual es la mejor perspectiva dentro de las circunstancias.
      La perspectiva GANAR/GANAR se basa en que ambas partes ganen. El reto es cómo lograr que esto suceda.
    • La maniobra más importante es cambiar el curso del conflicto, discutiendo las necesidades de cada parte, en vez de solo buscar soluciones. Puede ocurrir que las necesidades de cada uno no sean forzosamente exclusivas o iguales, sino complementarias.
      El ejemplo del limón, aunque es muy simple y no siempre resulta tan perfecto, puede valer para plasmar esta idea:
      Dos cocineras están peleando por el único limón que hay en la despensa. Discuten por la posesión del mismo y al no llegar a un acuerdo, parten la fruta en dos. Una mitad para cada una. Una a regañadientes se hace un mini vasito de zumo y tira la corteza a la basura. La otra con su mitad ralla la piel para añadirla a un bizcocho, tirando la pulpa.
      Si en vez de discutir por el limón, hubiesen hablado cada una de sus necesidades, hubieran visto que no eran incompatibles, sino complementarias y hubieran disfrutado las dos del limón entero.
      El buscar más allá de la superficie requiere redirigir la energía a preguntas cómo ¿Cuál es tu verdadera necesidad aquí? ¿Qué valores son importantes para ti aquí? ¿Cuál es el resultado que esperas?
      Donde ambas personas ganan, ambas están atadas a la solución. Se sienten comprometidas con el plan y cooperan en la resolución. La perspectiva GANAR/GANAR implica resolución de conflicto para una ganancia mutua.
      Adoptar una respuesta creativa
      • La respuesta creativa a un conflicto es cambiar problemas por posibilidades. Es escoger buscar lo que  se puede hacer, en vez de quedarse en lo terrible de la situación. Visualizar retos en vez de problemas.
      Empatía
      Ponerse en la “piel del otro”.
      • Ser respetuoso, no atacar directamente a la persona sino al problema
      • Lidiar con las emociones. Las personas gritan porque piensan que no se les están escuchando. Hacerles saber que se les está escuchando, que se tiene en cuenta su punto de vista, aunque no se comparta, les atempera. Si uno grita y el otro en vez de subir también el tono de voz, lo baja, el primero se oirá a sí mismo gritar y generalmente bajará automáticamente también el tono.
      • Antes de ir directamente a buscar la solución, detenerse en conseguir información del otro: - Sus necesidades, preocupaciones, dificultades y puntos de vista. Ello nos dará una visión más clara del porque de sus movimientos.
      Asertividad
      • Suele definirse como un comportamiento comunicacional maduro en el cual la persona no agrede ni se somete a la voluntad de otras personas, sino que manifiesta sus convicciones y defiende sus derechos. Parte del respeto hacia los demás y hacia uno mismo, planteando con seguridad y confianza lo que se quiere, aceptando que la postura de los demás no tiene por qué coincidir con la propia.
        El ejemplo del vaso sucio puede servir para plasmar una conducta asertiva:
        Vamos a un restaurante a cenar con unos amigos. Nos traen una copa sucia de carmín por el borde. Podemos reaccionar de varias formas:
        • Para evitar tensión o embarazo, no decir nada y beber por el otro lado. No sin ello, con bastante asco e incomodidad.
        • Montar un numerito al camarero, llamando la atención de las mesas vecinas, criticando la higiene y el servicio del local y además pedir el libro de reclamaciones.  
        • Llamar discretamente al camarero, sin comentario a los demás comensales y pedirle educadamente te cambie la copa.
        Esta última es la postura asertiva. Consigues tu propósito, sin ocasionar conflicto.

        Por último,
        • Evitar comportamientos intimidatorios. Cuanta más ruda es una táctica, la resistencia es más fuerte. La persuasión y no la dominación obtiene siempre mejores resultados.
        • No ser impaciente. Dejar que las ideas y las proposiciones hagan su curso. Con frecuencia algo que de entrada no se admite, pensándolo mejor, quizás no esté tan mal.

          Que tengáis un buen día.
          Montse
        
        Fuentes: Doce destrezas de Resolución de conflictos (texto original en www.crnhq.org)

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    miércoles, 20 de octubre de 2010

    Inteligencia práctica.Utillaje para la vida diaria





      
    Una persona con un CI más bajo de 85 es probable que tenga dificultades para afrontar algunas tareas y para adaptarse al ritmo de cambios que nos exige la sociedad actual. Seguramente personas con un CI entre 95 y 120 sean más capaces de afrontar la vida con más éxito que las de puntuaciones más bajas. ¿Pero las puntuaciones superiores a 125 son garantía de éxito en la vida? Los estudios realizados al respecto constatan que el efecto de las diferencias en el CI de las personas, tienden a difuminarse y que hay muchos más factores que contribuyen a tener éxito.

    Gardner nos habla de las "Inteligencias Múltiples" y define 8 tipos de inteligencia distintas, que todos poseemos en mayor o menor medida y que nos hacen más o menos diestros para ejercer unas actividades u otras.

    Robert J.Sternberg, psicólogo americano, propone tres tipos de inteligencia.
    • Analítica
    • Creativa
    • Práctica

    La Inteligencia Analítica nos permite discernir y separar problemas, encontrar soluciones no evidentes a simple vista y juzgar la calidad de las ideas (generalmente ideas de otros). Este tipo de inteligencia es la que se evalúa con mayor frecuencia, tanto en la enseñanza como en los tests de capacitación.

    La Inteligencia Creativa nos permite manejar con soltura situaciones que nos son totalmente novedosas y encontrar nuevas perspectivas a tareas automatizadas y reiterativas. Las personas creativas a menudo no muestran un cociente intelectual muy alto, pero son muy buenas inventando cosas y resolviendo nuevos problemas.

    La Inteligencia Práctica, o contextual se ocupa de la habilidad mental implicada en conseguir ajuste al contexto. Para ello Sternberg identifica tres procesos:

    • Adaptación: cuando uno hace un cambio en si mismo para ajustarse mejor a lo que le rodea. Por Ej.: cuando bajan las temperaturas, la gente se adapta utilizando ropa más de abrigo. O ante un pedido extra importante, el personal se queda más horas para cumplir en el plazo previsto.

    • Conformación: cuando uno cambia su ambiente para adaptarlo mejor a sus necesidades. Por Ej.: renovación de una habitación de la casa por la llegada de un bebé. O establecer turnos o pautas para comunicarse en un grupo, para evitar interrupciones inútiles.

    • Selección: cuando se encuentra un nuevo ambiente alternativo, que sustituya a uno anterior insatisfactorio para cubrir los objetivos del individuo. Por Ej.: los inmigrantes que dejan sus casas y países en busca de un contexto mejor.


    La eficacia con la que un individuo encaja en su contexto (ambiente) y se enfrenta con situaciones cotidianas, refleja su grado de Inteligencia Práctica.

    Este tipo de inteligencia implica saber aplicar en cada momento la proporción necesaria de habilidades creativas y analíticas para realizar sus tareas con éxito. La gente “prácticamente” dotada es la que tiene más capacidad de tener éxito en lo que se proponga.
    Sternberg en su libro “Inteligencia exitosa” establece 20 cualidades de las personas con éxito, aunque en definitiva, quizás se pudieran resumir en una, la última, la número 20.
    1. Las personas con inteligencia exitosa se automotivan.
    2. Se concentran en sus objetivos.
    3. Tienen capacidad para aplazar la gratificación.
    4. Aprenden a controlar sus impulsos (lo que se relaciona con la autorregulación que plantea Goleman en  cuanto a la inteligencia emocional).
    5. Saben cuándo perseverar.
    6. Saben cómo sacar el máximo partido de sus habilidades.
    7. Traducen el pensamiento en acción.
    8. Se orientan hacia el objetivo.
    9. Completan la tarea y llegan hasta el final.
    10. Tienen iniciativas.
    11. No tienen miedo de arriesgarse, ni de fracasar.
    12. No postergan.
    13. Aceptan la crítica justa.
    14. Rehúsan la autocompasión.
    15. Son independientes.
    16. Tratan de superar las dificultades personales.
    17. No hacen demasiadas cosas a la vez, ni demasiado pocas.
    18. Ven, al mismo tiempo el bosque y los árboles.
    19. Tienen nivel razonable de autoconfianza y creen en su capacidad para alcanzar sus objetivos.
    20. Equilibran el pensamiento analítico, creativo y práctico.
    Que tengáis un buen día.
    Montse

    Otras entradas que os pueden interesar:
    Multiplica tus Inteligencias
    Fuentes:
    Wikipedia-Teoría triarquica de la inteligencia
    Wikipedia Robert J. Sternberg
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      martes, 28 de septiembre de 2010

      "Sal y pimienta". Potencia tu productividad




      Las especies se añaden a los guisos para potenciar su sabor.

      Resulta de lo más soso y aburrido comer siempre lo mismo, sin una buena presentación, sin acompañamiento, sin sal, sin pimienta…. Puede aportarnos los mejores nutrientes, pero… ¡es tan aburrido! que quedamos hartos enseguida. La comida nos gusta saborearla, olerla, admirar la disposición de los ingredientes, que nos aporte “algo más” que los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento de nuestros órganos.

      En nuestra vida, luchamos por conseguir objetivos, realizar tareas y cumplir propósitos. Con frecuencia intentamos mejorar nuestra productividad y gestionar mejor nuestro tiempo adoptando métodos, implementando hábitos, rutinas y nuevas aplicaciones… . ¿Es suficiente? Quizás tengas todos los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento de tu productividad, ¿pero la condimentas para amenizarla, añadirle más sabor y potenciarla?

      Ahí va una de las múltiples recetas.

      Añade a tu productividad:

      • una pizca de originalidad. Da un toque personal a tus tareas.
      • otra pizca de innovación. Cambia de vez en cuando de rutinas e inicia nuevos proyectos. 
      • una ramita de empatía. Ponte a menudo en la piel de los demás. Quizás tu perspectiva varíe.
      • una cucharadita de emoción. Haz que cada proyecto que inicies transmita emoción. La emoción genera impulso, acción y respuesta proactiva.
      • Unas gotitas de improvisación. Salte de la rutina, actúa sin planes previos. Sorprendete a ti mismo y sorprende a los demás.

      Mezcla enérgicamente todos los ingredientes, hasta obtener la textura deseada. Tu productividad quedará "al punto". No olvides de acompañarla siempre con una generosa copa de buen humor.

      Que tengáis un buen día.
      Montse
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      miércoles, 22 de septiembre de 2010

      La Inteligencia Competitiva




      "Observar al rival, para mantener nuestra cuota de mercado."

       El término “competencia” abarca varios aspectos y significados.
      “Ser competentes” es tener la aptitud o capacidad para llevar a cabo una tarea.
      “Ser competencia de” es la responsabilidad de una entidad o persona de realizar una misión o trabajo.
      Hablamos de “la competencia”, cuando nos referimos al colectivo de personas o empresas que venden el mismo producto o ejercen la misma actividad que nosotros.
      “la competitividad” puede adquirir un matiz más agresivo, cuando se refiere a la rivalidad y oposición entre aquellos que quieren lograr “lo mismo” y este “mismo” es único o escaso.

       
      La Inteligencia Competitiva pretende ser una disciplina que a través de un proceso organizado y selectivo nos permita conocer a nuestros competidores con profundidad. Sus planes de futuro, su solvencia, su capacidad de ampliación, sus campañas y promociones, etc. Todo ello, con el objeto de mantener nuestro posicionamiento en el mercado y reaccionar ante posibles cambios, estrategias y nuevas líneas de negocio de nuestros rivales.

      Sin embargo, aunque esta práctica parece obvia, un estudio realizado por la consultoría Mckinsey , en el cuál se evaluaba la manera de reaccionar de las empresas de algunos sectores ante el lanzamiento de productos o ajustes de precios de sus competidores, resultó que más del 77% de las empresas reconocieron no haberse enterado a tiempo de estas políticas de la competencia, lo que no les permitió reaccionar efectivamente.

      Para cualquier empresa, pequeño negocio o freelance que desee mantenerse e incluso aumentar su cuota de mercado debe implementar esta Inteligencia Competitiva.

      La I.C. pretende disminuir la incertidumbre y convertir la información recabada en conocimiento útil para tomar decisiones con menos riesgo y poder anticiparse a los cambios.
      Las fuentes de dónde se obtiene la información no pueden ser únicas, ya que éstas pudieran resultar falsas o erróneas. Los datos obtenidos deben ser contrastados y compulsados con otras informaciones o fuentes y ser analizadas con detenimiento. Es de vital importancia permanecer constantemente informados de lo que ocurre a nuestro alrededor y especialmente sobre:
      • Modelos de utilidad, diseños y nuevas tecnologías
      • Legislación y normativas
      • Coyuntura socio-económica de los países objetivo de tu actividad.
      • Noticias sobre el sector y sobre sectores ínterpendientes con el tuyo.
      • Información s/ayudas y subvenciones.
      • Productos, precios, calidades y condiciones de venta de los competidores. Un  Mystery Shopping  es  ideal  para recabar esta información. 
      • Los informes comerciales sobre clientes, proveedores y competidores, facilitados por empresas serias que se dedican a ello, nos ofrecen datos como el Balance de Situación, volumen de ventas, capacidad de endeudamiento, ratios de solvencia, clientes más importantes, países a los que exportan, etc.
      • Estar presente en ferias y eventos del sector. Es dónde se ve más de primera mano como está el mercado, las nuevas tendencias y la evolución de la oferta y la demanda. Es un lugar idóneo para nuevos contactos, charlas informales en los pasillos, cafés distendidos, donde es fácil intercambiar información, hablar de proyectos y expectativas de una forma informal, pero muy útil.

      La Inteligencia Competitiva nada tiene que ver con el espionaje que podría suponer obtener información de forma fraudulenta o ilegal. No se trata de llenar de micrófonos los despachos del rival, sino de estar atento, vigilante, sin infringir ninguna ley.
      Que tengáis un buen día,
      Montse


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