Si  rebuscáis  las tarjetas navideñas que recibiste hace
diez años y también los mails y whassaps más recientes, veréis que son muy
parecidos. Los mismos deseos de paz y prosperidad se repiten invariablemente
todos los años. En realidad estas felicitaciones  son  un  símbolo de amor o amistad hacia la persona a
la que van dirigidos y lo de menos, es el mensaje escrito en ellas.
 
¿Qué ocurriría si recibieras un christmas en los términos de
la imagen del encabezamiento del post?. Sin duda te extrañaría, te haría
sospechar de las  intenciones  del remitente y te daría en qué pensar. 
Sin embargo, 
deberíamos reconocer que los mensajes típicos que se envían, aunque  son un gesto simpático,  son  genéricos y  vacíos de contenido. 
Estamos viviendo una
nueva era en la que ninguno de los pilares, que hasta ahora considerábamos
sólidos, como la familia, la religión, el trabajo o el conocimiento permanece mucho tiempo inalterable. Casi nada  ya  es
inamovible y  precisamos ejercitar
habilidades que nos permitan resolver “nuevos” problemas a los que nunca antes
habíamos  tenido que afrontarnos.  Son "tiempos líquidos" en los que la realidad no
es única, objetiva y predecible.
Vivimos en una nueva era en la que los  retos  varían rápidamente en su contenido y en su
forma y es preciso adaptarse a este flujo constante para mantenerse  a flote. Nada fácil, pero sí apasionante.
Formamos parte activa  de esta realidad, no meros espectadores y nuestra actitud y competencias cuentan más que
nunca en la consecución de nuestros logros.
Es por ello que junto con mis  mejores deseos de paz y prosperidad para 2015,
os  añado los de  proactividad
y actitud positiva  para ayudar a hacerlos
realidad.
Que tengáis un feliz año.
Montse    
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¡Igualmente Montse! Feliz 2015 y mucha resiliencia :)
ResponderEliminar@Iago Fraga Muchas gracias Iago, yo también te deseo lo mejor. Un abrazo
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