Si rebuscáis las tarjetas navideñas que recibiste hace
diez años y también los mails y whassaps más recientes, veréis que son muy
parecidos. Los mismos deseos de paz y prosperidad se repiten invariablemente
todos los años. En realidad estas felicitaciones son un símbolo de amor o amistad hacia la persona a
la que van dirigidos y lo de menos, es el mensaje escrito en ellas.