¿Por qué es difícil cambiar hábitos? ¡Por qué cuando dejamos
de ejercer presión o esforzarnos, tendemos a volver a la posición inicial? En
realidad los hábitos son parte de nuestro sistema de comportamientos. Aunque no
nos gusten, están conectados a muchas otras partes de nuestra vida. No es el
hábito o la conducta concreta lo que tiene mucha fuerza, la resistencia
proviene de todos los demás hábitos y experiencias a los que está vinculado.
Si adquirimos hábitos productivos, pero sin conexión entre
ellos, estamos optimizando algunas partes de nuestras tareas y actividades,
pero no podemos aprovecharnos de la sinergia que emerge de un sistema
organizado.