Tomar las uvas al compás de las doce últimas campanadas del
año, es una tradición muy arraigada en España. Dicen que tomar una uva y
formular un deseo por cada una de las doce campanadas, trae buena suerte y que
los deseos que se formulan se harán realidad.
Parece ser que esta tradición se inició en 1909 cuando los
agricultores levantinos de Murcia y Alicante, encontrándose en ese año con
excedente de uva y con objeto de sacar al mercado la producción, se
“reinventaron”, como se diría ahora y lograron introducir la costumbre de tomar
las “uvas de la suerte” en Nochevieja, convirtiéndose, desde entonces, en una
consolidada tradición.
Con los brindis y mejores deseos de prosperidad nunca faltan
los buenos propósitos para el año entrante. Dejar de fumar, adelgazar, hacer
deporte o ser más organizado son los más frecuentes. Unos días después,
generalmente se quedan en eso, en buenos propósitos de la lista “Algún
día/quizás”.
Este año he cumplido uno de mis propósitos de mi lista
“Algún día/quizás”, He iniciado un curso de Practitioner PNL. Interesantísimo. La PNL es una
herramienta muy potente para la consecución de metas y objetivos.
Os transmito algunas de las cosas que he aprendido, para que
tengáis éxito en lograr hacer realidad vuestros propósitos.
La formulación clara y específica del objetivo es muy
importante. Con frecuencia no se alcanzan los objetivos, porque éstos no están
formulados de forma clara y precisa.
La identificación de un objetivo requiere de atención máxima
y en particular su formulación es tan importante que requiere ser buscada con
sumo cuidado.
Debe responder a estos
cuatro criterios esenciales:
Ha de ser concreto:
Algunas metas u objetivos son más bien sueños o intenciones
formuladas de forma muy generalizada y vaga y por ello tienen pocas
probabilidades de éxito. Cuanto más específico puedas ser, mayores serán las
probabilidades de que se realice tu propósito.
La formulación de un propósito debería tener las siguientes
cualidades:
-específica
-medible
-realizable
-realista
-oportuna
Ha de ser formulado de forma positiva:
En realidad, si un objetivo se basa principalmente en lo que
no queremos, nos da poca información sobre lo que realmente queremos. Parece
ser que el cerebro se centra en los conceptos en los que pensamos, obviando si
se formulan en negativo o en positivo. Por ejemplo si decimos: "No pienses en un
elefante azul". Indudablemente en lo primero que pensarás es en un elefante y
casi seguro de piel azulada.
Por ello es importante formular los propósitos de forma
positiva. Orientados a lo que deseamos conseguir, en vez de orientados a lo que
queremos evitar o eliminar.
No formules: “que no vas a comer tanto” o que quieres
“dejar de llegar tarde”. Es mucho mejor decir que “vas a comer de forma
equilibrada” o que “quieres ser puntual”.
De este modo te enfocas en actuar hacia lo que realmente deseas.
Ha de tener un período de cumplimiento fijo:
Si formulas tu propósito sin establecer un período de tiempo
para su consecución, probablemente siempre estarás de camino hacia la meta, sin
llegar a alcanzarla. Si decides aprender inglés u otra lengua, o adelgazar o
dejar de fumar. Especifica qué nivel de inglés quieres conseguir, cuántos kilos
adelgazar, cuantos pitillos reducirás y en qué periodo de tiempo lo quieres
lograr. Así podrás revisar si estás cumpliendo en el plazo previsto.
Elige siempre un propósito que puedas realizar por tí mismo:
Sería ilusorio formular propósitos en los que el resultado
no dependa de nosotros. Aquí abriríamos
la posibilidad de achacar el fracaso a las circunstancias y a responsabilizar a
los demás si no se logra.
Un propósito debe ser
realizable a través de nuestro
control personal, aunque el resultado beneficie a otras personas. Puede ser un
propósito ayudar a estudiar o a jugar más con tus hijos o ser más cariñoso con
tu esposo/esposa, pero no estaría bien formulado expresar “quiero que mi marido
o esposa cambien”. Si acaso, puedes proponerte cambiar algo de tí mismo, para
que los demás cambien su actitud.
Por último os explico un ejercicio que hicimos en clase:
Escribir una lista con todos los propósitos, los deberías y
tendrías que nos vinieran a la mente expresados en forma positiva y a lo
“brainstorming”
Por ejemplo:
Comer más sano
Ser más alegre
Hacer deporte
Más productivo
Archivar los papeles
Etc. etc.
A continuación escribir otra lista añadiendo delante de cada
propósito la frase “Si quisiera podría”, así:
“Si quisiera podría comer más sano”
“Si quisiera podría ser más alegre”
“Si quisiera podría hacer deporte”
……
Etc.etc.
De esta lista había que identificar los propósitos con los
que realmente te sentías más motivado interiormente a realizar. La lista se
reduce, pues hay cosas que piensas que “deberías o tendrías que hacer” pero que
en realidad no deseas hacer o lo puedes dejar para más adelante.
Una vez identificados estos propósitos que realmente sientes que quieres lograr, escribe una lista solo
con ellos y en los siguientes términos:
por ejemplo:
“Quiero y puedo comer más sano”
“Quiero y puedo ser más alegre”
“Quiero y puedo ser más productivo”
Este simple cambio de formulación de si “quisiera podría” a
“quiero y puedo”, nos mueve a la acción y validan nuestra capacidad de logro.
Mis mejores deseos para todos. Os dejo la plantilla actualizada para que hagáis Balance de los resultados de este año y plasméis los objetivos para 2012.
Que tengáis un buen año.
Montse
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Precisamente estoy hoy trabajando en mis propósitos, tras una semana de reflexión creo que he terminado de definirlos bien. Casi siempre, con la mera "lista mental" yo lograba un cumplimiento aceptable de los propósitos que me planteaba (aproximadamente el 50%). 2011 fue un buen año, y he cumplido el 60%. Para 2012, me planteo hacer un seguimiento de los propósitos para acercarme lo más posible al 100%.
ResponderEliminar¡Gracias por los consejos!
@Mer: Fantástico. Creo que hay pocas personas que dediquen una semana para definir sus propósitos.Si con la mera "lista mental" has logrado un 60% ,si los defines por escrito y haces seguimiento periódico para reajustar desviaciones, seguro que lo consigues. ¡Ya me lo dirás a finales del 2012!.Feliz año
ResponderEliminarMuy buen post, saludos!
ResponderEliminar@Luccalba: ¡Gracias! Feliz Año.
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