Una tortuga y una liebre vivían en un mismo bosque. La liebre se burlaba constantemente de la tortuga por sus cortas patas y caminar lento. Siempre presumía de su cuerpo esbelto y su velocidad en desplazarse de un lado a otro . La tortuga harta de estas burlas le instó a hacer una carrera. Ganaría la que llegase primero al olmo que había al final del camino, junto al riachuelo. La liebre, siempre dispuesta a presumir y a tener éxito entre los animales del bosque, aceptó encantada, segura de su victoria.
Eligieron un domingo al mediodía para que pudieran asistir todos los animales y la zorra fue la que señaló la meta y dio el disparo de salida.
Ambas hacía tiempo que vivían en el mismo bosque y les gustaba, escondidas entre los matorrales, escuchar a unos gurús de productividad que se reunían a menudo para hablar de sus leyes y métodos.
La liebre los escuchaba en los intervalos de sus idas y venidas de un lado a otro del bosque. No es que le interesara la productividad en sí, pero sí le gustaron varias cosas que les oyó decir:
1.-"La confianza en uno mismo es muy importante para conseguir un objetivo".
La liebre de esto tenía una buena dosis. Estaba segura de sus habilidades, era guapa, esbelta, extrovertida y sobre todo muy veloz. ¡Que más quería!
2.-"El principio de Pareto: "
Oyó como decían que el 20% de las acciones consiguen el 80% de los resultados, de lo que se deducía que el 80% del éxito provenía del 20% del esfuerzo realizado.
¡Fantástico, hizo números y dedujo con que solo corriera un 25% del rato obtendría seguro un 100% de éxito y con lo lenta que era la tortuga hasta pensaba que Pareto se había quedado corto formulando su principio. Por tanto decidió ir descansando por el camino, charlando con las zarigüeyas, invitándolas a la fiesta que organizaría para celebrar su victoria. Las zarigüeyas agradecidas la invitaron a una copiosa merienda e incluso la invitaron a vino.
Volvió a correr un rato, pero la merienda le pesaba en la barriga, se sentó a descansar y el vino hizo sus efectos y se durmió.
La tortuga también escuchaba a los gurús. Ella había estado más atenta, principalmente porque no se desplazaba tanto de un lado a otro y permanecía más en su madriguera, cerca de donde debatían sobre productividad.
Igual que la liebre oyó: “ que la confianza en uno mismo era muy importante”.
Ella confiaba en sí misma. Conocía sus puntos débiles, era lenta y pesada, pero también sabía sus puntos fuertes, su caparazón la preservaba del calor y el frío, era constante en sus objetivos y sabía que era muy resistente, no en vano era la más longeva del bosque. Esto le dio ánimos para sacar partido de sus habilidades.
3.-Un día que no estaba la liebre, los gurús hablaban sobre "la inteligencia competitiva"
"Conocer al rival, sus planes, sus puntos fuertes y sus puntos débiles nos darán capacidad de reacción y posibilidad de avanzarnos a sus estrategias".
La tortuga decidió observar unos días antes a la liebre. Descubrió que su punto fuerte era su velocidad, pero que también le gustaba distraerse con cualquier cosa, no planificaba nunca nada y el calor le molestaba mucho.
La liebre sin embargo, no tomó ninguna información sobre la tortuga. Ya sabía suficiente, era lenta y con esto le bastaba.
La tortuga consiguió sin dificultades que la liebre aceptase el recorrido de la carrera, eligió el camino junto al riachuelo y una hora bien soleada. Justo al mediodía. La liebre aceptó todas las condiciones sin detenerse un momento a analizarlas.
4.- Los gurús hablaban de la técnica pomodoro: Tomarse micro-descansos, era bueno para recobrar energías y evitar interrupciones inútiles.
La liebre alborozada, utilizó la técnica pomodoro, pero confiada en si misma, también hizo interrupciones cuantas veces quiso.
La tortuga también la utilizó. Hizo micro-descansos que aprovechó para beber agua del riachuelo adjunto, para mantenerse hidratada toda la carrera. (Se había informado que para realizar una carrera, había que estar concentrada, hidratada y haber comido ligero)
El sol lucía fuerte pero su caparazón protegía a la tortuga.
5.- "Visualizar la meta y centrarse en la acción siguiente a realizar en cada momento"
Era uno de los consejos que la tortuga oyó más veces de los gurús. Por eso ella visualizaba el olmo al que debía llegar y se centró en dar un paso tras otro, hasta conseguir flujo en su carrera.
La liebre no había prestado atención a esta parte de la lección y cuando despertó, aunque corrió con todas sus fuerzas, la tortuga ya había logrado su objetivo.
¿Qué otras recomendaciones pusieron en practica u omitieron las dos rivales de la fábula de Esopo? Animaros a dejar vuestros comentarios.
Que tengáis un buen día
Montse
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Me ha parecido fascinante como lo cuenta, es algo muy conocido por mí, pero debe de ser que ahora tengo la suficiente madurez para apreciarlo en toda su profundidad, no me atrevo a implementar el comentario, es pronto… pero lo voy a estudiar con detenimiento y si puedo aportar algo interesante lo haré, lo guardo para posterior análisis.
ResponderEliminarMe parece magnífico, cada vez estoy más entusiasmado con haberos descubierto a todos vosotros…
Un saludo de
Avalon
@Avalon
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario. No dudes en aportar lo que consideres. Seguro que hay más cosas que escucharon de los gurús y que aplicaron o no.
Cualquier aportación es interesante, porque enriquece el contenido del post. Saludos.
Montse
Seguro que los gurús también hablaron de la necesidad de detenerse de vez en cuando y revisar cómo está la situación. ¿Voy por buen camino? ¿Debo tomar un atajo? Si la liebre está dormida, quizá pueda tomar este otro camino, más largo pero menos cansado...
ResponderEliminarLa revisión periódica, y la capacidad de adaptación, son fundamentales para conseguir nuestros objetivos sin morir en el intento ;-)
@Jero Sánchez
ResponderEliminar¡Muchas gracias Jero!.La revisión periódica es muy importante. Un proyecto no puede ser estático.Habrá que ir revisandolo para optimizar las circunstancias que se nos presenten en el camino. Un abrazo.
Montse
Creo que la tortuga también era conocedora de la ley de Parkinson y sabía que la liebre emplearía todo el tiempo disponible para realizar la carrera.
ResponderEliminarMuy interesante la reflexión, como siempre ;-)
@Chema:
ResponderEliminar¡Veo que los gurús se están animando a dejar sus reflexiones!
Muchas gracias Chema por tu aportación.
Un abrazo,
Montse
Que buen resumen! Me ha encantado. Así que dejaré de hacerme la liebre y volveré a concentrarme en mi tarea actual, que aunque poco divertida me llevará más cerca de mis objetivos.
ResponderEliminarGracias por recordarme de mis metas justo cuando estaba indo por la tangente :)
Saludos sostenibles!
@Valentina:
ResponderEliminar¡Gracias Valentina por participar!.Seguro que sabes combinar la rapidez de la liebre con la constancia de la tortuga. Saludos,
Montse
¡Excelente idea: combinar la rapidez de la liebre con la constancia de la tortuga!
ResponderEliminar@Anónimo Muchas gracias por tu aportación. Saludos
ResponderEliminarPotser amb una mica de comunicació totes dues guanyarien i treballarien juntes. Cooperació
ResponderEliminar@ roser roses I tant!!! el treball amb equip és sens dubte el més productiu. Una abraçada
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