David Allen en su libro Organízate con Eficacia nos explica que el estado ideal a alcanzar en productividad personal es el estado de una “mente como el agua”. En este estado, nuestra organización personal estaría absolutamente bajo control, a todos los niveles y a todas horas, sin estrés. ¿Es eso posible? Según Allen, sí lo es.
La “mente como el agua” es un símil utilizado en karate, para definir la alerta perfecta:
"Cuando el agua está en calma, no hay olas ni perturbaciones, la superficie está tranquila, incluso se vislumbra el fondo del estanque. Si se echa un guijarro al agua, se crean ondas, anillos concéntricos que van hacia fuera de la masa intrusa. Estas ondas son siempre proporcionales a la fuerza y a la masa causante de la perturbación, ni más ni menos. Después, el agua vuelve a la calma."
Éste sería el estado ideal de la “mente como el agua”, serena, fluyendo a través de nuestros pensamientos con total normalidad, sin estancarse, utilizando la energía precisa para cada acción, sin miedo a olvidar nada, ya que todo está bajo control.
Pero ante este estado ideal, existe el estado más frecuente que es la “mente como el hielo”. Aunque el agua y el hielo son en esencia la misma cosa; el agua fluye y se expande libremente, mientras que el hielo se solidifica y se queda fijo en un lugar.
Igual ocurre con nuestros pensamientos. Si se fijan una y otra vez en las mismas cosas, invirtiendo energía superflua por temor a olvidarlas o por no saber determinar cual ha de ser la próxima acción, la mente se congela y no nos deja avanzar.
Utilizar un buen sistema de organización, como puede ser GTD, que mediante listas y otras herramientas sencillas, podamos confiarle todas nuestras tareas y sepamos que nos las presentará en el momento y contexto adecuado; nuestra mente, liberada de esta carga, ya puede fluir como el agua, a otros estadios más creativos.
Que tengáis un buen día.
Montse
Video:RAMON CAMI - Fotolia.com
fuentes: Organízate con Eficacia de David Allen edit. Empresa Activa
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Hola Montse,
ResponderEliminarmuy buena alegoría. Nunca lo había pensado así. Y en realidad es una alegoría my buena. Porque cuando tienes la mente como hielo, también significa que nuevas experiencias no se pueden absorber, sino que rebotan o en el peor de los casos quiebran frente a la superficie dura y fría del hielo.
Así que tanto para una mejor organización como para disfrutar de nuevas experiencias es importante descongelar la mente para que pueda fluir.
Muy buen artículo!
@Valentina:
ResponderEliminarGracias Valentina por tu aportación,la cual considero muy valiosa, pues has definido exactamente lo que quería expresar.
Un abrazo,
Montse
Que tal Monse
ResponderEliminarSolo la energía necesaria para cada tarea, no mas.
Excelente post saludos!
@Juan Olvera
ResponderEliminarEfectivamente,ya sabes no sólo hay que ahorrar dinero, sino también energía.
Muchas gracias.
Un abrazo,
Montse
Hola Montse!!
ResponderEliminarExcelente Blog!! Felicidades!!
@Alonso & Perla
ResponderEliminar¡Muchísimas gracias! Espero participes más veces y aportes tus comentarios.
Un abrazo
Muy bueno el artículo aunque comento este ...pero tu blog me parece muy bueno, original y reflexivo....gracias!!!!!
ResponderEliminarExcelente tu artículo, la mente como el agua es limpia,sanadora, fluye, abierta se adapta. La mente de hielo como darnos cuenta de nuestras emociones y reacciones.
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