“Los líquidos no conservan una determinada forma durante
mucho tiempo y están constantemente dispuestos a cambiarla; para ellos lo que
cuenta es el flujo del tiempo más que el espacio que puedan ocupar. Los líquidos
se desplazan con facilidad, fluyen, se
derraman, salpican, se vierten…. a diferencia de los sólidos…”
Zygmunt Bauman
utiliza la metáfora de la líquidez para referirse a la nueva fase de la
modernidad. La denomina “modernidad
líquida”.
Mientras en la etapa sólida existían pilares inamovibles en
los que asentarse toda la vida como el
trabajo, la cultura, la familia y la religión; ahora estamos viviendo una nueva
era en la que ninguna de estas premisas se
arraiga y tiende a permanecer mucho tiempo inalterable.
En la “modernidad
líquida” la solidez de las cosas y de los vínculos se considera una amenaza
en cuanto no permite gran libertad de
movimientos y por tanto impide la experimentación de nuevos retos y oportunidades que, sin duda, se
presentan. La globalización elimina fronteras, las nuevas tecnologías permiten
inmediatez en la conexión entre lugares opuestos del mundo. Hoy priva
el corto plazo ya que las cosas evolucionan muy rápidamente y ya no hay
casi nada que prevalezca mucho tiempo. Los avances tecnológicos son muy rápidos
y lo que hoy es considerado una novedad, en poco tiempo queda obsoleto.
Las empresas con mucha frecuencia cambian, se fusionan, se
reducen y modifican su misión corporativa.
El significado del tiempo se reajusta:
La concepción "cíclica" y "lineal" del
tiempo se modifica hacia un modelo
"puntillista": el tiempo se pulveriza en una serie de
"momentos", cada uno de los cuales se vive de forma aislada, tiene un
valor que puede desvanecerse con la llegada del momento siguiente y tiene poca
relación con el pasado y con el futuro. La atención tiende a concentrarse en
aprovechar al máximo el momento actual sin preocuparse por sus posibles consecuencias a
largo plazo.
El concepto de identidad se fragmenta:
Se diluye el sentido sólido de la "identidad única" para dar
paso a una multiplicidad de identificaciones parciales, que se reemplazan, se
desplazan y se articulan de manera desigual y combinada. Bauman indica que el
concepto de “proyecto único vital” se fragmenta y se crean otras ilusiones como
“anular el pasado”, “renacer” o “reiniciar”
y esto, paradójicamente, se hace en nombre de la búsqueda de “lo
auténtico” y de ser “uno mismo en cada momento”.
¿Estamos preparados para vivir en esta época?
Sin duda el aprendizaje continuo es necesario para seguir a
flote, pero no solo es preciso adquirir conocimientos técnicos (“saber”) sino
que también precisamos ejercitar habilidades que nos permitan resolver “nuevos”
problemas a los que nunca antes habíamos
tenido que afrontarnos. Se les llama competencias transversales y son las que, ante una nueva situación o reto, nos
permiten “saber hacer”.
Entre ellas podemos destacar:
Inteligencia Social / Emocional:
Capacidad de detectar las emociones de los otros y conectar
con ellos, facilitando las relaciones interpersonales y los trabajos en equipo.
Adaptabilidad
Facilidad de adaptación a nuevos medios y entornos.
Capacidad de “desaprender” y eliminar “creencias limitantes”.
Multidisciplinar
Capacidad de comprensión de conceptos a través de varias disciplinas. El trabajador estrella en la era “líquida” es el que posee un conocimiento en forma de T, es decir es especialista en un área pero tiene la capacidad de asumir retos en una amplia gama de disciplinas.Gestión de recursos
Capacidad de planificar y desarrollar proyectos y procesos de trabajo para lograr los objetivos propuestos. Deberá ser experto en reconocer que tipo de forma de pensar requiere cada tarea y adaptar los métodos de trabajo para optimizar la productividad.Resolutividad
Capacidad de análisis y síntesis de las situaciones para ser rápido y efectivo en la toma de decisiones.Resiliencia
Capacidad de hacer frente y superar las adversidades.
Son tiempos líquidos y anclarse en el pasado y en la
experiencia adquirida ya no sirve de mucho.
Hace ya muchos años Ralph Waldo Emerson señaló que cuando
uno se desliza sobre una fina capa de hielo, la salvación está en la velocidad.
Bauman apunta que en el mundo volátil de la “modernidad líquida”, andar es
mejor que estar sentado, correr es mejor que andar y hacer surf es mejor que
correr…..
Que tengáis un buen día
Montse
Fuentes de referencia:
Modernidad líquida de Zigmunt Bauman Ed. Fondo de cultura económica de España S.l.
Los retos de la educación en la modernidad líquida de Zigmunt Bauman Ed. Gedisa
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Muliplica tus inteligencias
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Interesante.
ResponderEliminar@Javier Asensi Muchas gracias por tu comentario. Saludos
EliminarNadie se baña dos veces en el mismo río porque todo cambia, el río y el que se baña :-)
ResponderEliminarZigmunt Bauman mantiene una postura muy acertada en mi opinión.
Un saludo
@Luís José Sánchez . Excelente aportación Luís José. Un abrazo.
Eliminarmuy de acuerdo con casi todo Pero hay cosas en la vida que como las buenas comidas requieren fuego lento. Gran parte de nuestro estrés y frustración proviene de quererlo todo ya o para ayer como se suele decir
ResponderEliminar@Anónimo Totalmente de acuerdo. La comida es uno de los placeres que precisan tiempo, tanto para su buena elaboración como para su degustación. El movimento "slow food" surgió en contraposición de la moda de la comida rápida o "fast food". Sin embargo resulta difícil adoptarlo en nuestra sociedad como modo de vida , pero sí es importante saber tomarse "momentos slow" y disfrutarlos. Un saludo
EliminarInteresante Montse. Me gustan los conceptos utilizados y la mezcla de los mismos. Por mi parte añadir que dada nuestra capacidad de aprendizaje y adaptación, ¡Claro que estamos preparados para este momento! Seguro que coincides conmigo. A partir de ahí lo que quizá debamos pretender es la eficacia. Es decir orientarnos a nuestro resultado, ponernos en la acción y con la atención adecuadas a ello. Esto lo debemos entrenar. Acción. Gracias
ResponderEliminar@Juanjo Marcos Muchísimas gracias por tu aportación. Estamos totalmente de acuerdo. Tu comentario está muy acorde con mi aportación veraniega en el blog El Canasto Orientarse hacia el objetivo. Un abrazo
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